No hace mucho tiempo
rebuscando entre unos viejos vinilos encontrados por casa, descubrí “The Madcap laughs”. Después
de escucharlo me quede atónito, un álbum repleto de canciones fantasmagóricas
que definen a la perfección la locura de su autor, Syd Barrett. Esto me hizo
interesarme aun más por el llamado el chico dorado de finales de los 60, de la
era de la psicodelia, su luz más
brillante y su pérdida más trágica.
Ya desde niño Roger Keith
Barrett, nacido en 1946 en Cambridge, estuvo muy interesado por el ámbito
artístico, centrándose en la música y la pintura. Desde los 15 años había
aprendido a tocar la guitarra e inicio sus primeras experiencias como miembro
de un grupo música. Desde siempre su padre, un patólogo que trabajaba en la
universidad, y su madre, habían animado a su hijo, Roger, con la música, permitiendo
incluso realizar ensayos en su propio salón.
En la escuela secundaria
se topo con dos tipos que estarían muy presentes en su futuro como músico,
Roger Waters y David Gilmour, este último le enseño a perfeccionar los acordes
en la guitarra entre descanso y descanso de las clases. Años más tarde Barrett
entro en la universidad de Cambridge Tech, para estudiar Bellas Artes, justo
después del fallecimiento de su padre, allí recibió una educación bastante
bohemia y liberal. En la universidad
coincidió con su viejo conocido Gilmour
que estudiaba Lenguas Modernas y con el que se reunía asiduamente para
improvisar con la guitarra y la armónica, poco después pasaron un verano por el
sur de Francia haciendo autostop y tocando por las calles.
Syd no siempre se llamo
Syd, como ya he dicho el nombre con el que se le bautizo fue el de Roger Keith
Barrett, fué un pub de barrio de Cambridge el que le bautizo como Syd, uno de
los personajes habituales era un batería llamado SId Barrett, de modo que los
asiduos del pub enseguida empezaron a llamar a Roger por “SYD”.
En 1964 Roger Waters,
mientras estaba estudiando arquitectura en la politécnica de Londres, presento
a su amigo, Syd, a la banda a la que pertenecía y en la que se encontraban Nick
Mason, Rick Wright y Bob Klose. En seguida Barrett se hizo un hueco entre ellos
como guitarrista. En su viejo grupo de
amigos formado en Cambridge, Syd tan
solo era un tipo cualquiera, elegante, simpático y divertido que tocaba un poco
la guitarra y fumaba algún canuto de vez en cuando, de repente pasaba a formar parte de un grupo
de Londres en el cual ya se hacían cosas interesantes con la música.
En un principio el grupo
de Waters reproducía canciones de R&B, con las cuales Syd se encontraba
bastante cómodo y disfrutaba tocando aquellos temas de Bo Diddley y los Stones.
Más tarde Bob Klose dejaba el grupo y Barrett empezaba a componer canciones
como “Interestellar Overdrive” que se
intercalaban con temas de R&B “Cant Judge a Books” o “Motivaiting”, una de
las canciones favoritas de Syd.
En 1965 nacía el nombre
de Pink Floyd, el grupo de hasta entonces se llamaba Tea Set, fue la casualidad
que en un concierto de Northolt, a las afueras de Londres, el grupo que iba por delante de ellos tenían
el mismo nombre, lo qué hizo que Barrett tuviese que pensar una rápida alternativa
para otro nombre, finalmente decidio que
les presentaran como “Pink Floy Sound”, usando así los primeros nombres de los
adorados músicos de blues Pink Anderson y Floyd Council.
Barrett tenía un gran talento
para componer, desde pequeño ya lo venía haciendo y ahora se sacaba de la manga
canciones como “Interestelar Overdrive”
o “Lucy Leave” que hacían que el grupo adquiriera un aire más experimental y
les permitieran meterse más de lleno en la movida underground, haciéndose un nombre
como grupo psicodélico. Pronto en 1967 los Pink Floy, con Barret de principal
compositor, ficharían por la discográfica EMI y Syd seguiría componiendo
canciones como “See Emily Play” o “Arnold Lyne” las cuales serían grandes éxitos de ventas.
Tras el fichaje con EMI y
unos cuantos éxitos de singles, se decidió grabar, en los estudios de Abey Road,
el primer álbum de los Pink Floyd llamado “A Piper at Gates of Down”, casi
todas las canciones fueron compuestas por Syd, siguiendo en la línea de la psicodelia,
canciones como “Astronomy Domine”, “Interestellar Overdrive”, “The Gnome”, o
“Bike” irrumpían en el panorama de la música inglesa del momento para hacerse
un hueco en la historia.
Después de sacar el álbum
y de adquirir un notable éxito, Barrett
empezó a dar signos evidentes de cambios de personalidad, en los que tenía
buenos y malos días. El grupo cegado por la ambición del éxito le empujaba a
realizar cada vez mas conciertos y actuaciones, a lo que Barrett contestaba con
signos de cansancio y empeoramiento. Esos factores mezclados con el habitual
consumo de drogas psicotrópicas, no hacían que mejorara la situación personal
del líder de los Floyd.
Para entonces Syd vivía
en un piso de Cronwell Road, en el cual los demás miembros del grupo, según
dijeron más tarde, les daba autentico miedo tomar tan siquiera un vaso de agua,
por si estuviese adulterado con alguna droga. “Syd tomaba muchos ácidos. Mucha
gente puede tomar algún acido, afrontarlo y seguir con su vida, pero si te
tomas tres o cuatro al día y esto lo haces cada día…”.
En esta época, en las
canciones que Syd componía se podía ver como se iba deteriorando poco a poco,
canciones como “Vegetable Man”, en la cual se define como un hombre vegetal. La
situación se hacía cada vez mas incontrolable para los miembros de su grupo,
Syd no se podía mantener apenas en un escenario y mucho menos cantar, durante los conciertos se estancaba tocando
la misma nota desafinada durante 20
minutos. En una ocasión Waters y Manson tuvieron que levantarlo del camerino y
colgarle la guitarra para pode llevarlo
al escenario, según apareció la gente aplaudía y se volvía loca, el público le
adoraba, pero el allí se quedo con la guitarra colgada al cuello y los brazos
caídos durante todo el concierto.
Ya en algunas grabaciones
anteriores, como en la de “See Emily Play” empezaba a dar alguna muestra de
cambios de personalidad, durante esas grabaciones miraba fijamente a sus
compañeros de forma burlona y ausente, al igual que no respondía a las
preguntas que le hacían y se mostraba terco en las críticas hacia su forma de
cantar.
Pero el gran punto de
inflexión que hizo que sus compañeros se preocuparan seriamente por el estado
mental de su líder, se dio en la gira Americana donde Syd se mostro
completamente perdido, se olvidaba su guitarra y sus objetos por todas partes,
no sabía si estaba en las Vegas o en Chicago, e incluso muchas veces se pasaba
deambulando por las calles sin ver a sus amigos durante un par de días, hasta
que alguien lo encontraba sentado en algún rincón, dormido y con un cigarrillo
consumido entre sus dedos ya quemados.
El siguiente álbum que
Pink Floy lanzo fue el de “A Saucerful of Secrets”, en el cual la influencia de
Barrett se veía bastante mermada, había sido prácticamente sustituido, a la
guitarra, por su viejo amigo Gilmour, mientras que el mando lo iba asumiendo poco
a poco Roger Waters, dejando cada vez mas de lado a Syd. En ese álbum su
participación fue la de “Judgand Blues” en la cual ya se podía intuir un adiós
al grupo, las demás letras corrían de la
cuenta de Wright y Waters.
Finalmente un día de
febrero de 1968 simplemente decidieron no pasar a buscarle para ensayar, según
Manson, alguien dijo “¿Recogemos a Syd?”, y la respuesta fue “No, joder, no
vale la pena”. Ese fue el final de Syd como integrante de Pink Floyd.
Después de esto Syd fué examinado
por algunos expertos psicólogos, que finalmente lo dan por incurable, pero él
no se rinde y con mucha ayuda de su amigo David Gilmour, decide ponerse en
contacto con su anterior discográfica EMI, a los que propone grabar algunos
temas en los que había estado trabajando desde que había salido de los Floyd.
La discográfica tuvo serias dudas de aceptar su petición, pero el reciente
éxito de Pink Floy les empujo a ceder a la petición de la estrella de la
psicodelia.
En 1969 la discográfica
acepto grabar el primer disco en solitario de Barrett con Gilmour, Waters y
Malcom Jones de productores y con las colaboraciones de la banda “The Soft
Machine”.
Su primer álbum en
solitario, “The Madcapt Laughs”, es una clara evidencia de un alma viniéndose abajo,
desintegrándose tanto física como mentalmente. Para la creación de este álbum Syd
ya comenzaba a perder las nociones del tiempo, de la métrica y de la afinación,
durante las grabaciones cambia continuamente de arreglos haciéndose así muy
difícil el poder grabar. Fue gracias sobre todo a Gilmour y a Robert Wyatt
(Miembro de “The Soft Machine”) el que este disco pudiera salir a la luz.
Una vez el álbum grabado
Gilmour tuvo la idea de sacar los temas prácticamente en bruto, por lo que se
puede oír a Barrett en las grabaciones hablando de cómo hacer esto o aquello.
En el tema de “If Its In You” se escucha como pega un alarido totalmente
desafinado y pide hacer otra toma donde hace exactamente igual el mismo grito y
que da por bueno. También hay canciones bastante destacables como puede ser la de “Octopus”,”Goldem Hair” en la que
lee un poema de Joyce, “Feel” prácticamente incoherente pero brillante,
“Terrapin” o “Dark Globe”.
A pesar del poco éxito
del nuevo disco, Barret no se rendía e intentaba luchar ante su discapacidad mental,
intentaba por salir del pozo en el que había sido sumergido, mediante la música.
Después de sacar su primer álbum como solista y de estar pintando cuadros que
luego quemaba, un año más tarde con nuevos temas compuestos propuso a su amigo
Gilmour la producción de su segundo disco en solitario “Barrett”, en este álbum
Gilmour colaboro como guitarrista y bajista, además de productor, también
colaboro su viejo compañero Rick Wright, de los Floyd, al órgano y a los
teclados. El disco musicalmente sonaba mucho mejor que el anterior, tapando de
esta forma la degradación de Syd. Este álbum se lanzo después de diez mes del
primero, pero no cosecho mucho más éxito que el anterior. En el se destacan
canciones como “Baby Lemonade”, “Dominoes” en la que Barret grabo la guitarra
del revés, “Love Song” o “Gigolo Aunt”.
A pesar del esfuerzo, seguía sin mostrar mejoría
ninguna, en una ocasión Gilmour conto que durante la grabación de “Barrett” el
mismo tenía que ayudar a Syd hasta para ir al lavabo e incluso ayudarle a
sentarse en la silla de la que se caía
continuamente.
Después del último nuevo
fracaso musical, formaría una nueva banda de directo con los que daría su último
concierto el 24 de Febrero de 1972, en Cambridge. La semana siguiente dejo
colgado a una cita en la Universidad de Essex, no volvería a aparecer en años.
Barrett había acabado para siempre como músico.
Syd años despues de dejar el grupo. |
Había tomado la decisión
de recluirse en la casa de sus padres y
de no recibir ningún tipo de visita, con sus padres de protectores junto con
todos los vecinos, que hacían lo posible por protegerlo, mientras el poeta de
la psicodelia pintaba cuadros con su madre como única compañía. Poco a poco
Barrett se fue olvidando del panorama actual y quedando en la memoria de la
música.
Una de sus últimas
apariciones fue en 1975, en el estudio número tres de Abbey Road, justo
mientras los Pink Floy estaban grabando los temas de “Whis You Were Here”. Sus
antiguos compañeros se extrañaron de ver a una persona que no conocían, un tipo
algo extraño, bastante gordo con la cabeza afeitada y que llevaba puesta una
vieja gabardina decrepita color verde. Entonces Gilmour le reconoció y dijo a
sus compañeros que era Syd, todos se quedaron perplejos ante esa figura extraña
que se suponía que era su antiguo cantante y líder. Justo en ese momento tocaba
grabar la canción “Shine On You Crazy Diamond” que precisamente estaba influido
por la presencia, o ausencia, de Syd. Se producía así uno de los momentos más
conmovedores de los Floyd, justo cuando al final de la canción las notas se
desvanecen y Wright toca una línea melancólica, con notas sacadas de “See Emily
Play”.
El 7 de Julio de 2006,
finalmente Syd fallecía a sus 60 años, a causa de un cáncer pancreático. En sus
últimos años de vida siguió recluido en su casa de Cambridge, sin ya siquiera
recordar haber pertenecido a los Pink Floyd ni haber sido el compositor de
muchos temas que serán recordados en la
historia de la música, dejando así que se desvaneciese el brillo de la estrella
psicodélica.