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miércoles, 19 de diciembre de 2012

Syd Barret: La locura de un genio.




No hace mucho tiempo rebuscando entre unos viejos vinilos encontrados por  casa, descubrí “The Madcap laughs”. Después de escucharlo me quede atónito, un álbum repleto de canciones fantasmagóricas que definen a la perfección la locura de su autor, Syd Barrett. Esto me hizo interesarme aun más por el llamado el chico dorado de finales de los 60, de la era de la psicodelia, su luz  más brillante y su pérdida más trágica.
Ya desde niño Roger Keith Barrett, nacido en 1946 en Cambridge, estuvo muy interesado por el ámbito artístico, centrándose en la música y la pintura. Desde los 15 años había aprendido a tocar la guitarra e inicio sus primeras experiencias como miembro de un grupo música. Desde siempre su padre, un patólogo que trabajaba en la universidad, y su madre, habían animado a su hijo, Roger, con la música, permitiendo incluso realizar ensayos en su propio salón.
En la escuela secundaria se topo con dos tipos que estarían muy presentes en su futuro como músico, Roger Waters y David Gilmour, este último le enseño a perfeccionar los acordes en la guitarra entre descanso y descanso de las clases. Años más tarde Barrett entro en la universidad de Cambridge Tech, para estudiar Bellas Artes, justo después del fallecimiento de su padre, allí recibió una educación bastante bohemia y liberal.  En la universidad coincidió con su  viejo conocido Gilmour que estudiaba Lenguas Modernas y con el que se reunía asiduamente para improvisar con la guitarra y la armónica, poco después pasaron un verano por el sur de Francia haciendo autostop y tocando por las calles.
Syd no siempre se llamo Syd, como ya he dicho el nombre con el que se le bautizo fue el de Roger Keith Barrett, fué un pub de barrio de Cambridge el que le bautizo como Syd, uno de los personajes habituales era un batería llamado SId Barrett, de modo que los asiduos del pub enseguida empezaron a llamar a Roger por “SYD”.
En 1964 Roger Waters, mientras estaba estudiando arquitectura en la politécnica de Londres, presento a su amigo, Syd, a la banda a la que pertenecía y en la que se encontraban Nick Mason, Rick Wright y Bob Klose. En seguida Barrett se hizo un hueco entre ellos como guitarrista. En su viejo grupo  de amigos  formado en Cambridge, Syd tan solo era un tipo cualquiera, elegante, simpático y divertido que tocaba un poco la guitarra y fumaba algún canuto de vez en cuando,  de repente pasaba a formar parte de un grupo de Londres en el cual ya se hacían cosas interesantes con la música.
En un principio el grupo de Waters reproducía canciones de R&B, con las cuales Syd se encontraba bastante cómodo y disfrutaba tocando aquellos temas de Bo Diddley y los Stones. Más tarde Bob Klose dejaba el grupo y Barrett empezaba a componer canciones como “Interestellar Overdrive”  que se intercalaban con temas  de R&B  “Cant Judge a Books” o “Motivaiting”, una de las canciones  favoritas de Syd.
En 1965 nacía el nombre de Pink Floyd, el grupo de hasta entonces se llamaba Tea Set, fue la casualidad que en un concierto de Northolt, a las afueras de Londres,  el grupo que iba por delante de ellos tenían el mismo nombre, lo qué hizo que Barrett tuviese que pensar una rápida alternativa para otro nombre,  finalmente decidio que les presentaran como “Pink Floy Sound”, usando así los primeros nombres de los adorados músicos de blues Pink Anderson y Floyd Council.

Barrett tenía un gran talento para componer, desde pequeño ya lo venía haciendo y ahora se sacaba de la manga  canciones como “Interestelar Overdrive” o “Lucy Leave” que hacían que el grupo adquiriera un aire más experimental y les permitieran meterse más de lleno en la movida underground, haciéndose un nombre como grupo psicodélico. Pronto en 1967 los Pink Floy, con Barret de principal compositor, ficharían por la discográfica EMI y Syd seguiría componiendo canciones como “See Emily Play” o “Arnold Lyne” las  cuales serían grandes éxitos de ventas.
Tras el fichaje con EMI y unos cuantos éxitos de singles, se decidió grabar, en los estudios de Abey Road, el primer álbum de los Pink Floyd llamado “A Piper at Gates of Down”, casi todas las canciones fueron compuestas por Syd, siguiendo en la línea de la psicodelia, canciones como “Astronomy Domine”, “Interestellar Overdrive”, “The Gnome”, o “Bike” irrumpían en el panorama de la música inglesa del momento para hacerse un hueco en la historia.
Después de sacar el álbum y de adquirir un notable éxito,  Barrett empezó a dar signos evidentes de cambios de personalidad, en los que tenía buenos y malos días. El grupo cegado por la ambición del éxito le empujaba a realizar cada vez mas conciertos y actuaciones, a lo que Barrett contestaba con signos de cansancio y empeoramiento. Esos factores mezclados con el habitual consumo de drogas psicotrópicas, no hacían que mejorara la situación personal del líder de los Floyd. 
Para entonces Syd vivía en un piso de Cronwell Road, en el cual los demás miembros del grupo, según dijeron más tarde, les daba autentico miedo tomar tan siquiera un vaso de agua, por si estuviese adulterado con alguna droga. “Syd tomaba muchos ácidos. Mucha gente puede tomar algún acido, afrontarlo y seguir con su vida, pero si te tomas tres o cuatro al día y esto lo haces cada día…”.
En esta época, en las canciones que Syd componía se podía ver como se iba deteriorando poco a poco, canciones como “Vegetable Man”, en la cual se define como un hombre vegetal. La situación se hacía cada vez mas incontrolable para los miembros de su grupo, Syd no se podía mantener apenas en un escenario y mucho menos cantar,  durante los conciertos se estancaba tocando la misma nota  desafinada durante 20 minutos. En una ocasión Waters y Manson tuvieron que levantarlo del camerino y colgarle la guitarra  para pode llevarlo al escenario, según apareció la gente aplaudía y se volvía loca, el público le adoraba, pero el allí se quedo con la guitarra colgada al cuello y los brazos caídos durante todo el concierto.
Ya en algunas grabaciones anteriores, como en la de “See Emily Play” empezaba a dar alguna muestra de cambios de personalidad, durante esas grabaciones miraba fijamente a sus compañeros de forma burlona y ausente, al igual que no respondía a las preguntas que le hacían y se mostraba terco en las críticas hacia su forma de cantar.
Pero el gran punto de inflexión que hizo que sus compañeros se preocuparan seriamente por el estado mental de su líder, se dio en la gira Americana donde Syd se mostro completamente perdido, se olvidaba su guitarra y sus objetos por todas partes, no sabía si estaba en las Vegas o en Chicago, e incluso muchas veces se pasaba deambulando por las calles sin ver a sus amigos durante un par de días, hasta que alguien lo encontraba sentado en algún rincón, dormido y con un cigarrillo consumido entre sus dedos ya quemados.
El siguiente álbum que Pink Floy lanzo fue el de “A Saucerful of Secrets”, en el cual la influencia de Barrett se veía bastante mermada, había sido prácticamente sustituido, a la guitarra, por su viejo amigo Gilmour, mientras que el mando lo iba asumiendo poco a poco Roger Waters, dejando cada vez mas de lado a Syd. En ese álbum su participación fue la de “Judgand Blues” en la cual ya se podía intuir un adiós al grupo,  las demás letras corrían de la cuenta de Wright y Waters.
Finalmente un día de febrero de 1968 simplemente decidieron no pasar a buscarle para ensayar, según Manson, alguien dijo “¿Recogemos a Syd?”, y la respuesta fue “No, joder, no vale la pena”. Ese fue el final de Syd como integrante de Pink Floyd.
Después de esto Syd fué examinado por algunos expertos psicólogos, que finalmente lo dan por incurable, pero él no se rinde y con mucha ayuda de su amigo David Gilmour, decide ponerse en contacto con su anterior discográfica EMI, a los que propone grabar algunos temas en los que había estado trabajando desde que había salido de los Floyd. La discográfica tuvo serias dudas de aceptar su petición, pero el reciente éxito de Pink Floy les empujo a ceder a la petición de la estrella de la psicodelia.
En 1969 la discográfica acepto grabar el primer disco en solitario de Barrett con Gilmour, Waters y Malcom Jones de productores y con las colaboraciones de la banda “The Soft Machine”.
Su primer álbum en solitario, “The Madcapt Laughs”, es una clara evidencia de un alma viniéndose abajo, desintegrándose tanto física como mentalmente. Para la creación de este álbum Syd ya comenzaba a perder las nociones del tiempo, de la métrica y de la afinación, durante las grabaciones cambia continuamente de arreglos haciéndose así muy difícil el poder grabar. Fue gracias sobre todo a Gilmour y a Robert Wyatt (Miembro de “The Soft Machine”) el que este disco pudiera salir a la luz.
Una vez el álbum grabado Gilmour tuvo la idea de sacar los temas prácticamente en bruto, por lo que se puede oír a Barrett en las grabaciones hablando de cómo hacer esto o aquello. En el tema de “If Its In You” se escucha como pega un alarido totalmente desafinado y pide hacer otra toma donde hace exactamente igual el mismo grito y que da por bueno. También hay canciones bastante destacables como puede  ser la de “Octopus”,”Goldem Hair” en la que lee un poema de Joyce, “Feel” prácticamente incoherente pero brillante, “Terrapin” o “Dark Globe”.
A pesar del poco éxito del nuevo disco, Barret no se rendía e intentaba luchar ante su discapacidad mental, intentaba por salir del pozo en el que había sido sumergido, mediante la música. Después de sacar su primer álbum como solista y de estar pintando cuadros que luego quemaba, un año más tarde con nuevos temas compuestos propuso a su amigo Gilmour la producción de su segundo disco en solitario “Barrett”, en este álbum Gilmour colaboro como guitarrista y bajista, además de productor, también colaboro su viejo compañero Rick Wright, de los Floyd, al órgano y a los teclados. El disco musicalmente sonaba mucho mejor que el anterior, tapando de esta forma la degradación de Syd. Este álbum se lanzo después de diez mes del primero, pero no cosecho mucho más éxito que el anterior. En el se destacan canciones como “Baby Lemonade”, “Dominoes” en la que Barret grabo la guitarra del revés, “Love Song” o “Gigolo Aunt”.
A pesar  del esfuerzo, seguía sin mostrar mejoría ninguna, en una ocasión Gilmour conto que durante la grabación de “Barrett” el mismo tenía que ayudar a Syd hasta para ir al lavabo e incluso ayudarle a sentarse  en la silla de la que se caía continuamente.
Después del último nuevo fracaso musical, formaría una nueva banda de directo con los que daría su último concierto el 24 de Febrero de 1972, en Cambridge. La semana siguiente dejo colgado a una cita en la Universidad de Essex, no volvería a aparecer en años. Barrett había acabado para siempre como músico.
Syd años despues de dejar el grupo.
Había tomado la decisión de recluirse en la casa  de sus padres y de no recibir ningún tipo de visita, con sus padres de protectores junto con todos los vecinos, que hacían lo posible por protegerlo, mientras el poeta de la psicodelia pintaba cuadros con su madre como única compañía. Poco a poco Barrett se fue olvidando del panorama actual y quedando en la memoria de la música.
Una de sus últimas apariciones fue en 1975, en el estudio número tres de Abbey Road, justo mientras los Pink Floy estaban grabando los temas de “Whis You Were Here”. Sus antiguos compañeros se extrañaron de ver a una persona que no conocían, un tipo algo extraño, bastante gordo con la cabeza afeitada y que llevaba puesta una vieja gabardina decrepita color verde. Entonces Gilmour le reconoció y dijo a sus compañeros que era Syd, todos se quedaron perplejos ante esa figura extraña que se suponía que era su antiguo cantante y líder. Justo en ese momento tocaba grabar la canción “Shine On You Crazy Diamond” que precisamente estaba influido por la presencia, o ausencia, de Syd. Se producía así uno de los momentos más conmovedores de los Floyd, justo cuando al final de la canción las notas se desvanecen y Wright toca una línea melancólica, con notas sacadas de “See Emily Play”.
El 7 de Julio de 2006, finalmente Syd fallecía a sus 60 años, a causa de un cáncer pancreático. En sus últimos años de vida siguió recluido en su casa de Cambridge, sin ya siquiera recordar haber pertenecido a los Pink Floyd ni haber sido el compositor de muchos temas  que serán recordados en la historia de la música, dejando así que se desvaneciese el brillo de la estrella psicodélica.

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